Los amantes del chocolate podrían pasarse horas enumerando razones por las cuales el chocolate belga es considerado el mejor chocolate del mundo.
Pero, si vosotros necesitáis saberlo, en esta entrada enumeramos algunos de los motivos por los que, el chocolate belga se ha convertido en el mayor referente de calidad chocolatera.
Eso sí, no os prometemos que no os darán antojos.
Estáis advertidos.
Bélgica, el país de los chocolatiers
Bélgica es un país con una marcada tradición culinaria. Los belgas son amantes de la buena comida. Ellos han adaptado el recetario y las técnicas de la cocina de lugares como: Francia, y le han dado un giro y un sabor propios. Esto se nota en todos los platos, y, en los postres.
Cuando se habla de los postres belgas es imposible no hablar del chocolate, producto que han elevado a niveles que no admite comparaciones.
¿Podéis imaginaros?
Es decir, el chocolate es un producto exageradamente delicioso, pero los chocolatiers de Flandes y Bruselas lo han hecho aún más delicioso.
Como los sabores no admiten transliteración, en lugar de intentar describiros las deliciosas sensaciones que vuestros paladares degustarían, al saborear un buen chocolate belga, mejor os recomendamos una barra de auténtico chocolate negro belga, sin gluten, libre de azúcar añadido, apto para diabéticos y celiacos.
¿Lo estáis probando?
¿Podéis sentir la finura y la textura y el sabor del mejor cacao al 70%?
Entonces os decimos porque ese el chocolate más rico.
Por qué el chocolate belga es el chocolate más delicioso del mundo
1. Por la calidad de sus ingredientes.
Los ingredientes que utilizan los chocolatiers de Bruselas y Flandes son sometidos a estrictos controles de calidad que permiten seleccionar solo los mejores productos. El cacao con el que se produce el chocolate belga es cultivado en la zona ecuatorial. En distintos continentes: África, Centro y Suramérica, donde se encuentran las mejores condiciones ambientales para el cultivo del cacao.
2. Por sus técnicas de elaboración
Los chocolatiers de Bélgica aún en pleno siglo XXI conservan las prácticas y las técnicas que se han usado desde el siglo XIX. ¿Y sabéis qué? No hacen falta que las cambien. Esas técnicas de manufactura son, en gran parte, las responsables de la finura que caracteriza a los postres de chocolate belga. Estamos hablando de una elaboración artesanal, lejos de los procesos industriales mecanizados y masivos que le restan calidad al producto.
3. Por sus recetario variado y tradicional
Cuando se trata de elaborar dulces todo cuenta: necesitáis los mejores ingredientes, una técnica refinada y una receta que garantice la perfecta amalgama de todos los elementos. Las recetas del chocolate belga son distintas de las que se utilizan para elaborar los chocolates comerciales que solemos encontrar en las tiendas.
4. Un dato más
No hay dudas de que el chocolate que elaboran en Bélgica siguiendo las técnicas tradicionales es el mejor chocolate del mundo y, si creéis que no se puede mejorar os equivocáis.
El chocolate belga no solo puede mejorarse, lo mejoramos.
¿Cómo?
Haciendo que todo el sabor pueda ser degustado por todos vosotros, que os preocupáis por vuestra salud. Por eso, si queréis degustar un chocolate belga exquisito y saludable, ya sabéis donde encontrarlo.